lunes, 18 de julio de 2011

Edimburgo parte1

Ayer logré salir de Londres en solo 40 minutos, todo un record para las 2 horas que tardamos el día anterior. Cogí carretera y tiré hacia tierras escocesas, pensando que las 7 horas y pico de trayecto que decía el google maps que se tarda, se podrían acortar al menos a 6 horas. Nada mas lejos de la realidad. No solo fueron las 7 y media, sino que tarde 10 horas en llegar.
Google no cuenta con que te tienes que parar a hacer pis, echar gasolina, comer, tomar un café, tomar otro porque te estas quedando muñeco, y finalmente parar a descansar aunque sea estirando las piernas viendo artesania en una tienda de la carretera. Los ultimos kilometros, para acortar millas y según la recomendacion de los carteles de la carretera, en lugar de ir a glasgow para luego ir a edimburgo, cogí la carretera comarcal que acorta en 50 millas el recorrido. El problema no fue la carretera, fue el agua. Porque si bien durante todo el camino desde salir de Londres tuve tormentas de diversa indole continuamente cayendo, el aguacero que cayó en escocia hacía la carretera impracticable, con tramos tan llenos de agua que en algunos casos estaba cortado uno de los carriles. Finalmente llegué y myriam me tenia un Bed & Breakfast preparado que despues de los sitios donde he pasado noche estos días, me ha parecido un palacio.

Esta mañana he dejado el coche y hemos ido a edimburgo en bus. (Estamos en un barrio a las afueras), no solo porque necesitaba un descanso de conducir, sino porque no se puede aparcar en el centro. Edimburgo está lleno de Muerdago y cementerios.
Tiene mas cosas, algunas de ellas también se repiten, como iglesias. Iglesias tambien tiene un puñado, algunas de ellas ya no ejercen como tales y se dedican a ser centros de exposiciones, salas para conciertos, bares o restaurantes. Pero el muerdago y los cementerios me han llamado más la atención. Es una ciudad con mucha vida, mucho misterio, mucha historia, mucha alma y sobre todo con muchos españoles. Casi todos, están por aquí engañando a sus familias haciendoles pensar que estudian ingles cuando en realidad lo que están haciendo es financiarles un viaje iniciatico en el mundo del sexo, alcohol y drogas, en muchos de los casos. En otros simplemente pagandoles una vacaciones caras y largas en otro pais.

La ciudad es una pasada, y en cuento deja de llover, los colores vuelven a todos los carteles de tiendas y pubs. Los musicos y actores callejeros salen de sus madrigueras para enriquecer el paseo de los turistas (y aligerar sus bolsillos en la medida de lo posible). Hay muchos guias que hacen paseos por la ciudad disfrazados de epoca o caracterizados de personajes terrorificos que cuentan las historias de los asesinatos y misterios que ocurren en esta ciudad. Algunos de los recorridos son gratuitos. En la oficina de información te dicen cuales.

El algodón Escoces de bufandas y Skilts (faldas de hombre) se mezcla con los productos fabricados en china en las miles de tiendas de souvenirs que plagan la ciudad, por lo que hay que tener cuidado al elegir para no llevarte un souvenir de taiwan en lugar de uno de edimburgo.




El castillo amurallado en lo alto de la colina, contien las joyas de la corona así como la espada y la piedra sobre la que se coronaron todos los reyes escoceses. Cuesta una pasta (15 libras) poder ver el castillo, pero a nosotros nos ha gustado mucho. Las vistas desde allí de la ciudad son magnificas. En el patio, están poniendo unas gradas para celebrar la fiesta nacional en agosto. Al parecer es una especie de desfile con gaiteros, pero al ver las gradas al lado del castillo nos ha recordado automaticamente las imagenes de Howards de la peli de Harry Potter en la que jugaban al quidish con escobas voladoras. Luego hemos podido comprobar que la escritora de Harry Potter una tal Rowlan, estuvo viviendo aquí mientras escribía la novela, y que el café desde el que escribía tenía vistas al castillo y a las enormes gradas, así que podemos pensar que fue su inspiración.
En el castillo también hay una capilla de Santa Margarita, en la que una de las vidrieras está dedicada a William Wallace y una sala de memorial por los caidos en batalla. Algunos de ellos en Gibraltar. Un cartel solicitaba un donativo, pero creo que por los caidos en gibraltar no doy ni la hora. Tambien dentro del castillo había un cementerio para los perros de los soldados (como no, otro cementerio).


El momento friki del día fue cuando vi una de las antiguas cabinas para formular denuncias a la policía. La mítica maquina del tiempo del Doctor Who. Se supone que estas cabinas dejaron de funcionar hace muchos años, pero aquí todavía las tienen, no sé si como reliquias o si las utilizan de verdad.



Despues de la visita al castillo paseamos por las calles de edimburgo. El hecho de que myriam lleve aqui dos semanas hizo que fuera como si llevara un guía privado para mi solo, y me ha ido contando todos los detalles de los callejones, plazas, bares y cementerios por donde pasabamos. En una de las plazas era donde se ahorcaba a la gente. Comimos en un bar en esa plaza con el curioso nombre “the last drop”. Basicamente es porque los ajusticiados pedían un chupito (drop) de whisky antes de morir. El bar es muy curioso porque tiene los techos completamente forrados de billetes de todos los paises, y el ambiente de los lugareños no deja lugar a duda de que es un bar típico de escoceses, mas que de turistas. Algunos de los parroquianos se animan a cantar con algunos de los temas que ponen por el hilo musical y el camarero les sigue con una risa divertida.

Aquí la gente es muy maja. Os lo había dicho ya? Nada que ver con los vecinos. Otra cosa conocida de escocia es que el whisky es muy bueno (por no decir el mejor de mundo) y la calle también está llena de tiendas especializadas en whisky, si bien aún no hemos probado ninguno, esperando a uno de estos días que vayamos directamente a ver una de las destilerías/museo que te enseñan como se prepara.
Luego visitamos otro cementerio en el que al parecer un perro iba cada día a ver a su dueño (que estaba muerto, claro). La gente le cogió cariño y está enterrado a la entrada del cementerio Greyfriars. Al perro le han puesto un bar, le han levantado una estatua y le han hecho dos peliculas contando su historia. Que mas se puede pedir para ser un perro?

Hemos bajado hasta el parlamento para ver el estropicio que les hizo un arquitecto español a los pobres escoceses. Un edificio sin la mas minima armonia con la ciudad, pero que seguro que se quedó muy a gusto haciendolo y engañandoles a los pobres escoceses. Espero que puedan perdonarnos alguna vez.  Por lo demás, y para ser el primer día, nos hemos pegado una pateada de la ciudad bastante curiosa y nos hemos dejado poquitas cosas que ver, asique mañana iremos fuera a ver la Roslyn Chapel de la novela de “el codigo Da Vinci”. Seguro que lo pasamos tan bien como hoy. Cheers mates.

1 comentario:

  1. Que gran viaje y documento...te estas haciendo un pro,solo te falta el video..
    Un beso a los dos pareja,a ver si nos vemos pronto! Os echo de menos!

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