lunes, 11 de julio de 2011

Utah Beach

Por fin ya he llegado a las playas de Normandía, y he querido empezar por el principio. La primera playa en desembarcar y el primer pueblo en liberar. El sentimiento patriótico americano se respira por todas partes.
Algunos me dicen que soy mas americano que los propios americanos, pero que cojones, aquí nos salvaron el culo al mundo entero y tenemos que agradecerselo.



Además yo tenía una curiosidad enorme por ver esta zona, empaparme de su historia, de sus anecdotas y ver en detalle como se escribió la historia que determinó nuestro presente actual. 






Es curioso ver un pais vecino lleno de banderas americanas por todos lados, en sus propios jardines de casa, en los ayuntamientos. Estatuas que hacen honor a militares de otros paises (ingleses también) y museos dedicados por entero a la adoración a las tropas americanas y toda su cultura. Restaurantes, bares, tiendas, museos... un largo etcetera que hace las delicias de turistas avidos de recuerdos, morbo o simple curiosidad. 

No obstante, tengo que decir, que según me iba acercando a la playa, una sensación de dolor enorme me recorrió el cuerpo. Es algo parecido a lo que me pasó cuando fui a visitar la zona cero en new york, pero a lo bestia. Como en Star Wars cuando Obi Wan siente que el planeta alderaan ha explotado y oye millones de voces de dolor, algo así, pero sin ser un jedi. 

Es una sensación extraña, porque estás viendo el escenario de las peliculas que ya has visto en la tele, pero esto no es un estudio de la warner, es la realidad. Y vas viendo los articulos del museo, los aviones, armas... y no dejas de pensar en quienes los llevaron, de forma individual en cada uno de ellos. Puedes leer cartas que escribieron a sus familiares y ver su miedo, sus esperanzas. Es duro y es emocionante a la vez. 

Cuando me han cerrado el museo, me he ido a la playa a ver los bunkers que se disponen a lo largo de toda la playa, durante varios kilometros hacia los pueblos de al lado.- Algunos están accesibles al publico, aunque tapiados o semienterrados en basura y arena (la verdad es que patrimonio de francia debería cuidarlos un poco más). Algunos otros están en medio de tierras de labranza o de forraje para animales, por lo que el ganadero de turno los tiene a su disposición para el grano o refugio de animales o vete tu a saber para qué. Al llegar la puesta de sol, un grupo de cazatesoros se acerca a las playas con detectores de metales para ver si encuentran todavía balas o materiales de la guerra. 

Lo curioso es que si te fijas bien, la playa está llena de objetos metálicos, oxidados y deformados por la acción del mar, irreconocibles como piezas de algo, pero que puede que sean restos de historia. Empecé a pasear junto a los cazatesoros, y al principio no ves nada, pero después de un rato te haces la vista y empiezas a localizar multitud de piezas metalicas. La mayoría las descartaban porque no se podía saber a qué pertenecen. Otras las guardaban para examinarlas. Les pregunté si encontraban balas. Me dijo uno que cada semana encuentran 40 o 50, y que el otro día uno de ellos encontró en una granja una caja enterrada llena de munición sin usar.
 Tras el agradable paseo por la playa subí a ver las baterias de cañones que tenían los alemanes en lo alto de un monte. Cuando llegué obviamente estaba cerrado el recinto, pero he descubierto que hay un parking para coches al lado de uno de los bunkers que están fuera del recinto, asi que voy a hacer noche aquí, al lado de la historia. Mañana os cuento que tal ha ido y subo fotos del coche aparcado al lado del bunker.   

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