Fort William, Harry Potter y Loch Lomon

Esta mañana hemos salido de Inverness rumbo a Fort William para ver el famoso viaducto de Glenfinnan por el que pasa el tren de la pelicula de Harry Potter. Al parecer pasan pocos trenes al día (creo que un par de ellos o tres) y hemos tenido la potra de llegar 5 minutos antes de que pasara uno.
Lo cierto es que decepciona un poco la vista desde donde se tiene acceso general el publico, ya que en la pelicula está tratada la imagen y tomada desde una colina, inaccesible desde el coche, y a pie se tardarían unas cuantas horas de caminata. Pero bueno, algo es algo.
Lo cierto es que el camino desde Inverness hasta el Loch Lomon es precioso. Hemos pasado por unas montañas super chulas y continuamente cruzando ríos y lagos por puentes de distintos tipos.


En una de las fotos, el punto rojo de la derecha es el coche, y myriam está también por ahí escondida. Ví un sitio para hacer una foto, pero cada vez que iba subiendo un poco mas de la montaña se veía un mejor encuadre, hasta que acabé bastante arriba de una montaña y bastante lejos de mi coche. Pero la foto mereció la pena. Esta zona se llama Glen Coe y para mi es uno de los mejores sitios de toda escocia.

Luego llegamos al lago Lomon, donde el paisaje se hizo mas frondoso y la carretera serpenteaba por entre sombras y claros dejando vistas intermitentes de un lago maravilloso.

Unas millas mas para allá, y antes de terminar de disfrutar el final del Loch Lomon nos encontramos un atasco de domingueros de Glasgow que volvían a casa despues de pasar el fin de semana fuera. Decidimos coger una carretera secundaria y llegamos a Elenborough, un pueblecito costero, bastante pijín, donde encontramos un restaurante con terracita para comernos uno de los ultimos pescados que tomaremos en Escocia. El restaurante Comodore, es de lo mejor de la zona porque estuvo petado durante todo el tiempo que estuvimos allí, y la comida buenisima. Salmón, atun, Sea bass y Snapper todo al grill con salsas caseras bien hechas. Regado con dos pintas de cervezota, 30 libras estorninas. Y ya con la tripa llena y una vez bajada la cerveza, hemos puesto rumbo a Glasgow, para descansar el viaje que nos espera mañana.

Hoy el hotel también nos ha salido barato, pero dormimos en un colchon de muelles sonoros y puntiagudos, y las paredes son tan finas que podemos oir al vecino toser. Lo cierto es que el hotel tiene encanto, porque los muebles son de principios de siglo (de hace un par de siglos) y con las paredes de papel pintado, parece mas que estés en una habitación de un museo de esos de palacios antiguos que tienen carteles de “por favor, no toque los muebles”, o “no se siente en las sillas”.  Yo sinceramente, lo prefiero a esos hoteles estandar en los que he dormido en francia. Con nombres distintos pero habitaciones igual de impersonales y frías. Este hotel al menos tiene historia. No se cual, pero seguro que la tiene. Está en una colina cerca del centro de Glasgow, y mañana igual nos animamos a dar una vuelta para conocerlo, pero hoy para nosotros ya se acabó el día. Mañana mas, anque nos espera un día de viaje intenso. Glasgow - Dover. No lo he mirado en el google maps a ver cuantos kilometros son por no desanimarme, pero tiene pinta de que va a ser intenso.