viernes, 8 de julio de 2011

La Rochelle. Vaya descubrimiento.


Supongo que los franceses conocerán este pueblo como centro turístico de primer nivel en Francia, pero tengo que reconocer que tenía mis dudas. 


Decidí venir aquí porque era uno de los sitios que me pillaban de paso hacia las playas de normandía desde burdeos, y había visto en una web de viajes que era un sitio precioso. 

Pueblo pesquero de origen y actualmente centro turístico por sus torres fortificadas en la entrada al puerto, y sus preciosas calles y edificios. Me recuerda a Bayona (la de Galicia) por sus corredores cubiertos y llenos de arcos, edificios bajos de piedra, y abundantes restaurantes de mariscos y pescados. 
El puerto lleno de barcos de recreo me hace pensar que este sigue siendo un sitio de dinero, y que los residentes de este pueblo rehuyen las aglomeraciones veraniegas y se refugian en las playas de los pueblos limitrofes. 

No obstante los restaurantes están abarortados de turistas, y eso que los menus son a partir de 16€. Hoy he acertado de nuevo en este sentido. Despues de recorrer sus calles peatonales en su mayoría, he recalado en el restaurante de una pensión con solera “pension Chemin”. El restaurante es el salón de su casa, donde comen tanto los turistas ocasionales, como los habitantes de la casa, ya sean los huespedes o la abuela con los hijos y nietos (hermanos y sobrinos del dueño, un señor afable de amplia sonrisa, tez sonrosada y generosa barriga), pero la decoración y el ambiente del sitio merecen la pena la visita. Y sobre todo, el menú a 8€. No se llama Berezo, pero se parece. Y lo más curioso es que es uno de los comercios más antiguos del pueblo (según descubro al salir, viendo la portada de un periódico que está enmarcado en la pared, en la que aparece el señor afable con toda la tropa familiar). 

Consejo del día: Las patatas fritas, en inglés de llaman French fries. Por algo será. En cualquier sitio que vayas, las patatas fritas no son una simple guarnición. Están buenisimas.

Viajar sólo es muy curioso. Al principio es un poco incomodo, hasta que te deshaces del pensamiento de lo que puede decir la gente al verte solo. En ese momento, empiezas a disfrutar del turismo. Cuando quieres te paras, vas donde quieres y sin dar explicaciones vas a un sitio u otro. En este pueblo, por cierto, es facil que te encuentres en muchos momentos parado sin saber si ir en una dirección o en la otra, ya que ambas ofrecen sitios preciosos. Otra cosa que me pasa es que a veces me descubro hablando sólo. No, no os preocupeis que no me estoy volviendo chalado, lo que pasa es que yo necesito hablar. Soy un poco “charlas”, y estar tanto tiempo sin comunicarme es un problema, y mi francés no da como para mantener una conversación. Basicamente, lo que me comento a mi mismo, son las distintas opciones o posibilidades de hacer, con sus ventajas e inconvenientes. Así, escuchado, parece mas facil decidir. 

Esta tarde he estado en la isla de Re. Es una isla que está al lado de la Rochelle y a la que se accede mediante un puente chulisimo, pero que cuesta el peaje 16€. Por dentro es una isla sin mucho que ver, algunos faros, fortalezas y abadías derruidas, pero los negocios de la isla se promocionan muy bien, y tiene mucha fama por el vino, la sal y las ostras. Y como no podía ser de otra forma, después de recorrer la isla entera, he localizado un sitio de venta de ostras al por mayor, donde al parecer los restaurantes de la zona se surten de mercancía. En la parte de atrás tienen unas mesitas para el que quiera tomarse unas ostras mientras le atienden el pedido y le llenan la furgoneta. Yo he pasado y me he sentado como si fuera del lugar, he pedido 12 ostras por 18€ (que yo creo que esta bien de precio) y por el mismo precio me han traido, vino, pan, mantequilla, vinagre y limón. 
La unica vez que había comido ostras fue en dinamarca, y no me supieron muy bien. De hecho a Myriam le dieron unos retortijones importantes, lo que me había alejado de esta delicia de forma semipermanente. No obstante, decidido a probar, la experiencia ha sido fabulosa. 
Estos pequeñajos saben a mar de una forma exquisita. Espero no aficionarme a estos manjares tan caros, asi que de momento no visitaré el mar caspio, no vaya a ser que me de también por el caviar.... (aunque 20€ por una bandeja de ostras, tampoco es tan caro, no?)

Sigo viaje hacia arriba, dirección a los alineamientos de Carnac, aunque no sé a qué distancia están de aquí ni donde pasaré la noche. Lo mas seguro es que sea cerca de Nantes, aunque si puedo quedarme en alguna pensión de algún pueblecillo, mejor que mejor. 

3 comentarios:

  1. amigo pablo...... las patatas fritas son de origen Belga... y te llevaré a Bélgica para que lo veas :

    Las patatas fritas son el símbolo nacional de los belgas y cualquier intento de asociar los "French Fries", "fritas francesas", su denominación anglófona, a los franceses encuentra por parte de los primeros un enérgico rechazo.

    Cuentan los belgas según su tradición que los inventores de los bastoncitos de papa fueron los habitantes de las ciudades de Lieja y Dinant en la región del río Meuse, quienes acostumbrados como estaban a comer pequeños pescados fritos, al congelarse el río en invierno, estos se veían obligados a cambiarlos por bastoncitos de papas, fritas en aceite.
    Pero fue un señor de apellido Frits el que abrió un puesto de venta de papas frita en una feria en 1861 y comenzó su comercialización, aunque su popularidad es más reciente.
    Dice la historia que durante la Primera Guerra Mundial, las tropas americanas e inglesas que pasaban por la región, al probar las papas fritas en aceite bien caliente, crujientes y abombaditas, le pusieron el nombre de "French Fries", influenciados por el hecho que el ejército belga hablaba en francés.

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  2. Amiga Ana, me encanta que me corrijas, pero mas me gusta que sigas mi bloj. Como buena periodista te has documentado bien, lo que me llena de orgullo y satisfacción. Te tomo la palabra con la invitación a belgica, pero ya casi me pilla mas cerca a mi que a ti. ¿porque no te vienes y quedamos allí?

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  3. podemos ir en enero, q cerca de Spa, donde vive mi hermana, celebran la recogida de col... imaginate un pueblo entero en una nave industrial bebiendo birras ...... lo máximo no, lo siguiente....

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